Coyuntura
 
Abril 2012

UNA ECONOMÍA CON MÁS
RESTRICCIONES

CPCECABA

 
  La profundización de un clima de incertidumbre impacta negativamente sobre las expectativas.

Los números finales de 2011 muestran que la economía argentina evidencia un deterioro en varios de los principales indicadores. En particular, un déficit fiscal significativo, si se deduce la asistencia financiera del Banco Central, Anses y otros organismos públicos; un resultado de la cuenta corriente del balance de pagos que tiende a cero; una disminución del tipo de cambio real; problemas en el suministro de energía y combustible, y un persistente proceso inflacionario que no cede.

En tal contexto, la dinámica del crecimiento económico ha ido perdiendo vitalidad, como lo demuestran las cifras de producción y consumo correspondientes al último trimestre del año pasado. Así, por ejemplo, la producción industrial registró una expansión de casi 9% anual en la primera mitad de 2011, pero su expansión se redujo a 3,4% en el último trimestre de dicho año.

En enero del corriente año, por su parte, la producción del sector manufacturero registró un incremento anual, según el Indec, del 2,2%, e inferior al 1% según algunos cálculos privados. Una incidencia importante, en tal sentido, ha sido el comportamiento del rubro automotor, que experimentó una contracción interanual en enero del 9,6% en la producción y del 27,7% en las exportaciones (efecto Brasil).

La desaceleración en el ritmo de actividad económica reconoce la existencia de ciertas restricciones objetivas, tales como las trabas para la adquisición de determinados insumos importados o los problemas en la provisión de energía y combustibles.
Sin embargo, el efecto más importante guarda relación con la profundización de un clima de incertidumbre que impacta negativamente sobre las expectativas de los agentes económicos en general y de los consumidores en particular.

En tal sentido y a manera de ejemplo, puede señalarse la indefinición sobre el alcance que finalmente tendrá el proceso de reducción o eliminación de los subsidios en las tarifas de los servicios públicos, como así también la indeterminación con respecto a la evolución del poder adquisitivo de los salarios en los próximos meses.

Está claro, de todos modos, que el objetivo inmediato del gobierno consiste en preservar un balance positivo de divisas, por un lado, y en recuperar solvencia fiscal, por el otro. En consecuencia, va adoptando sucesivas medidas con tales fines pero sin que los agentes económicos conozcan con alguna precisión cuál será el escenario definitivo.

La última propuesta significativa es la modificación de la Carta Orgánica del Banco Central y la Ley de Convertibilidad. Por la primera, entre otras, se amplían los objetivos del BCRA, ya que no solo debe preservar el valor de la moneda sino también propender al desarrollo económico y a la generación de empleo. También flexibiliza la asistencia al Tesoro a través de una ampliación de los adelantos transitorios. Las reformas de la Ley de Convertibilidad también permiten aumentar la asistencia al Tesoro, al eliminar el concepto de reservas de libre disponibilidad -que eran el excedente de las reservas con relación a la base monetaria-.

En definitiva, es indudable que las reformas planteadas le otorgan mayores grados de libertad a la autoridad monetaria, en especial para asistir financieramente al Tesoro ante restricciones fiscales y el pago de la deuda pública. Sin embargo, tal flexibilización exige una utilización muy prudente por parte del Banco Central, en un contexto inflacionario, por una parte, y frente a una potencial fuga de divisas -en la actualidad reprimida temporalmente-, por la otra.

Finalmente, el complejo panorama interno encuentra un escenario internacional algo más distendido, después del incremento del apoyo financiero a los países europeos en problemas, también al sistema bancario y una modesta pero sostenida recuperación de la economía estadounidense. En tal circunstancia, se observa un reflujo de fondos hacia las economías emergentes y, lo que es más importante para nuestro país, un mejoramiento en el precio internacional de las materias primas agrícolas.

Fuente: Informe Económico de Coyuntura publicado por el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Abril 2012.